En el creciente mundo de los smartphones hay una cosa muy clara: todos amamos nuestro teléfono, pero odiamos el de los demás.Los smartphones (o teléfonos inteligentes), han cambiado la forma en que nos comunicamos, pero también nos pueden enloquecer por los irritantes hábitos que todos vamos adquiriendo.
Suena como una lista, ¿cierto?
Aquí, sin un orden particular, están las 10 cosas que nos enloquecen más de los smartphones y de las personas que los aman.
1) El que habla detrás del volante
Es una molestia ya viejita, pero común: alguien se te cierra y casi te choca.
Si sólo es porque son malos conductores, quizá sea posible contenerse, pero si tienen un teléfono sobre su oreja, hay más razón para enfurecerse. Sin embargo, si alcanzas a darte cuenta que una de sus manos está sobre el teclado inteligente, es momento de decir todas las groserías que te sabes.
2) El de la lámpara en el cine
¿Han visto ese anuncio en el cine en el que una persona está hablando por celular? Pues deberían dejar claro que ya no sólo se trata de dejar de hablar.
Cada vez que sacas tu teléfono para enviarle un tweet a tus amigas, tu faro luminoso LCD brillará en los ojos de alguien más.
3) El que se encierra en un baño público a hablar, tweetear o poner comentarios en Facebook
¿En serio?
No. ¿En serio?
4) El que tiene complejo de superioridad de smartphone
No nos malinterpreten. Nos encantan los debates sobre los pros y contras de varios aparatos y tecnologías.
Sin duda, muchos aficionados a la tecnología tienen razones para amar el hardware, los sistemas operativos y las características particulares de un teléfono sobre los otros.
Pero, ¿eso significa que alguien que prefiera otro dispositivo sea una escoria analfabeta tecnológicamente hablando?
Por favor. Y si a alguien no le gusta tu iPhone, ¿en serio crees que es porque están celosos?
Y que el cielo no permita que alguien diga en voz alta lo mucho que les gusta su BlackBerry.
Una pequeña discusión con buenas intenciones es una cosa. Un debate de horas sobre lo malo del sistema operativo de Apple es otra.
Si eres uno de esos, seguro no te volverán a invitar a la próxima fiesta.
5) El desertor de la situación social
¿Estás seguro que usar tu súper celular es mejor que tener una conversación en la sobremesa familiar o platicar con la persona que está a tu lado en la sala de espera?
6) Quien espera el siguiente acontecimiento digital
El que hace esto es primo del desertor social, pero no necesariamente usa el teléfono mientras está con amigos, o al menos no todo el tiempo.
Sin embargo, nunca lo guarda. El teléfono permanece en la mesa boca arriba, a una distancia corta, listo para la próxima vez que aparezca un correo electrónico. El dueño del susodicho nunca deja de mirarlo, aunque sea de reojo.
Traducción: "Claro, estoy aquí con ustedes. Pero vivo con la esperanza constante de que el próximo tweet que reciba sea más interesante".
7) Bluetooth, ¿o loco?
Está bien, lo admitimos. Si tienes el sentido de la moda que lo acompañe, el dispositivo auricular Bluetooth puede hacerte ver como un prototipo de Robocop de película de ciencia ficción.
Pero recuerda, para medio mundo, sólo parece que estás hablando al aire.
Si estás caminando, es muy difícil notar la diferencia entre tú y un loco de la calle. Y si estás sentado, oírte tener una conversación con el vacío es simplemente molesto.
8) El bromista de "Hay una aplicación para eso"
Hubo en 2009 una campaña publicitaria muy exitosa de iPhone en cuyos comerciales se decía que " hay una aplicación" para lo que a uno se le ocurra, prácticamente para todo.
Pero ahora, no es gracioso cuando dices "hay una aplicación para eso" cada vez que estás en una conversación sobre… ya sabes… algo para lo cual hay una aplicación.
9) El tramposo
Es genial tener Internet en la palma de la mano.
¿Pero eso significa que debas usarlo en juegos de mesa de preguntas de conocimiento para enterarte quién fue el goleador en el Mundial de 1990?
¿O que debas convertirte en la enciclopedia móvil que todo lo sabe porque lo busca en la web de su smartphone?
10) El que no configura en modo vibrar y se va
No configuraste tu teléfono para vibrar. Lo dejaste en tu escritorio y te fuiste a una reunión de dos horas.
Nosotros, tus colegas, estamos seguros de que estás orgulloso de que bajaste esa canción de la Tigresa del Oriente y la pusiste como tu ringtone. Pero es doloroso tener que oírla por un minuto entero antes de que la llamada se vaya a buzón de voz.
Por si fuera poco, vuelve a sonar cada vez que recibes un correo electrónico, un tweet, una nueva notificación de Facebook, etc, etc, etc.
Fuente: CNN
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