domingo, 3 de abril de 2011

4G: la tecnología del mañana, lista para arrancar

Es la cuarta generación en telefonía móvil.

Es un conjunto de tecnologías y protocolos para permitir el máximo rendimiento de procesamiento con la red inalámbrica más barata sin un estándar definido.

Funciona con Internet, combinándola con otros usos y tecnologías tales como Wi-Fi y WiMAX.

La 4G está basada totalmente en protocolo IP convirtiéndose en un sistema de sistemas y una red de redes, alcanzándose después de la convergencia entre las redes de cables e inalámbricas así como en computadores, dispositivos eléctricos y en tecnologías de la información así como con otras convergencias para proveer velocidades de acceso entre 100 Mbps en movimiento y 1 Gbps en reposo, manteniendo una calidad de servicio (Qos) de punta a punta (end-to-end) de alta seguridad para permitir ofrecer servicios de cualquier clase en cualquier momento, en cualquier lugar, con el mínimo costo posible.

La 4G también es denominada como Long Term Evolution (LTE), ofrece la posibilidad de enviar desde señales de televisión hasta controlar la energía del hogar mediante enchufes de pared, igualmente mejorar la velocidad y transferencia de datos móviles.

La tecnología 4G permitirá navegar más rápido a menor latencia, esto significa, que el tiempo que tarda los datos en llegar desde un lugar a otro será más rápido, esto permitirá una tasa de envíos más alta de hasta 50 Megabits por segundo, siendo 25 veces más veloz que la tecnología actual 3G.

Esta nueva tecnología promete cambiar el modo de vida actual, ya que modifica poco a poco la forma de manipular los aparatos domésticos, como por ejemplo el televisor, los automóviles, ordenadores y los teléfonos móviles, igualmente llegara a los enchufes comunes y de pared.
Rompiendo con el pasado

La gran diferencia con las tecnologías de redes móviles existentes reside en que con 4G las antenas pasan de ser solo repetidores-captadores de señal a emisores de la misma. 

Las tecnologías GSM, GPRS y UMTS (que equivalen a 1G, 2,5G y 3G) las antenas eran capaces de detectar a los teléfonos por la técnica llamada triangulación, que determinaba su posición en función de un área triangular formada por tres antenas, y enviarle una señal rebotada desde otro dispositivo.

Su función era identificar la señal y pasarla de un móvil a otro, aunque esta señal fuera compleja y conllevara, además de voz, mensajes de texto, imagen y, en 3G, el acceso web.

Ahora con la telefonía 4G la antena es la terminación libre de un canuto de cables de fibra óptica que conducen al acceso a la Red y lo despliegan por una gran área de kilómetros cuadrados, como lo hace un router wifi en un hogar.

Las implicaciones de esta ruptura radical con la telefonía móvil clásica son muchas. Para empezar los operadores deberán realizar una inversión multimillonaria para implantar 4G, ya que las antenas hasta ahora situadas en lo alto de los edificios no les sirven, ya que son simples repetidores. Gradualmente, tendrán que sustituirse por las antenas emisoras de las tecnologías 4G, que irán precedidas del oportuno cableado del edificio donde se vayan a situar.

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