martes, 12 de abril de 2011

El móvil del futuro: tendencias

Un móvil se verá como un reloj y podrá cambiar de forma y color según la ocasión. No tendrá teclas, todo será táctil, aunque para los dedos habrá sensación de relieve y al mover una foto o presionar un botón, sentirán que tocan algo. A veces, el teléfono ni siquiera necesitará una pantalla: proyectará un teclado que el usuario manipulará al tocar la luz.

Todos son conceptos que las grandes compañías de telefonía incluyen en sus diseños de futuro, proyectos que marcarán las tendencias de los móviles del futuro, y que dentro de poco pueden ser una realidad. De hecho, muchos de sus componentes ya existen, como la tecnología háptica.

Las personas pueden interactuar con las teclas en una pantalla táctil, pero hasta ahora no sentían un relieve. Con la tecnología háptica, sí lo sentirán, aunque no exista: pequeños impulsos eléctricos generan esa sensación. 
Nokia o Samsung la utilizan a la hora de planificar casi todos sus proyectos. La primera incluso ha creado el diseño de un móvil, Morph, para mostrar las líneas de sus investigaciones.

Aprovechan la nanotecnología, porque según esa empresa de telefonía, ellos son capaces de colocar 10.000 transistores en un dispositivo del tamaño del pelo de una mosca. Lo que les da inmensas posibilidades.

El Morph, por ejemplo, es superhidrofóbico: está hecho con un material tan fino, que hace que los líquidos resbalen. Además, es tan resistente como la seda de las telas de araña y se puede manipular su forma. Estirando o encogiendo.

Cambia de color cuando el usuario lo desee, porque su revestimiento es todo luz. Un día que el usuario vaya vestido de rojo, bastará con tomarle una foto a su ropa para que el móvil se adapte. El único problema que tiene ese dispositivo es la carga, porque sus celdas solares no le darían suficiente potencia para soportar todas esas aplicaciones.

Algunos expertos, además, critican el material del que está compuesto, porque en los últimos meses se ha comenzado a pensar en el grafeno, que tiene una gran capacidad conductora y que permite crear pantallas extrafinas, algo muy útil para el futuro del mundo de los dispositivos móviles. 

Otras tendencias

Las pantallas táctiles reinarán, pero con cambios. Las transparentes, por ejemplo, son ya una realidad. El Window Phone (o teléfono ventana) es un aparato translúcido en cuyo cristal se refleja el tiempo que hace: simula estar limpio si hay sol, mojado cuando llueve y empañado con la niebla. Cuando eso sucede, el usuario puede escribir sobre el cristal, como en una ventana empañada.

Las fuentes de carga también son otra parte importante de los conceptos. Las alfombrillas para cargar que se comercializan hoy en día parecen no ser la línea a seguir. Los especialistas experimentan más bien con baterías de hidrógeno y con paneles solares, aunque aún se está muy lejos de conseguir una tecnología eficiente en estos campos.

Se han pensado programas que permiten la comunicación entre personas que hablan diferentes idiomas: el móvil automáticamente traducirá lo que se dice. Y también proyectos que parecen menos futuristas.

Mozilla, que en la actualidad no fabrica ningún equipo -solo sistemas-, presentó su móvil con tecnología háptica que puede proyectar imágenes (y funcionar como un pequeño cine) o teclados de varias formas, para que el usuario puede escribir más cómodamente.

Se carga de forma inalámbrica y tiene un mando que funciona con bluetooth y que puede controlar la pantalla a distancia. También funciona como audífonos.

La realidad aumentada o el internet de las cosas, a parte de las redes sociales, se perfilan como imprescindibles en el futuro. Y por eso los sistemas operativos estarán pensados para funcionar en esa realidad, aunque en la actualidad el principal obstáculo para que exploten esas aplicaciones es la velocidad de conexión en la red móvil. Solo Japón parece contar con infraestructuras que soporten transmisiones de datos para esas funciones.

Fuente: Heraldo de Soria

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