Según la cadena Bloomberg, Microsoft pagará unos 1.000 millones de dólares para llevar Windows Phone 7 a los teléfonos de la compañía finlandesa Nokia y, a cambio recibirá una comisión por cada dispositivo vendido.
El objetivo principal es promocionar y desarrollar teléfonos móviles basados en Windows.
Este acuerdo ha llevado a Nokia a escoger el sistema Windows Phone 7 por delante el sistema Android, una plataforma de éxito y barata que está impulsando los beneficios de otros fabricantes como HTC o Samsung, y que además permite la personalización de la interfaz.
El presidente de Nokia, Stephen Elop, en una entrevista dada semanas antes a un diario español señalo: " es una guerra de ecosistemas", donde no sólo cuenta el teléfono y su sistema operativo si no las aplicaciones, los desarrollos y el comercio digital".
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